Cita con... Asier Etxeandía.


ASIER ETXEANDÍA: "Esta vorágine de emociones es porque cuando era niño vivía en una montaña rusa continua, y eso es lo que refleja 'El Intérprete'"

Un niño que soñaba con ser artista. Un artista que fue un niño invisible. Un invisible cuyo testimonio es una de las propuestas escénicas más extraordinarias de los últimos años. Asier Etxendía fascina, divierte y emociona en "El Intérprete", y con él hemos hablado de esta soberbia performance, entre otras cosas. | Por Cristina Hernández.

La innata destreza artística de Asier Etxeandía se desplega al completo en "El Intérprete", un soberbio espectáculo de Factoría Madre Constriktor, un viaje interior de la mano de este bilbaíno que actuaba  de niño para sus amigos invisibles y que ahora deslumbra sobre cualquier escenario reconocido como un gran intérprete. Casi tres años de gira con esta prodigiosa performance, el próximo 5 de junio el Teatro Victoria de Donosti será la última parada de este intenso tour, un merecido descanso con el que esta producción iniciará su proceso cinematográfico.

Contundente, consciente de la realidad que le rodea y reivindicativo sobre la poca conciencia acerca del mundo del teatro, sobre la incierta valoración del arte, las palabras de Asier apuntan pasión por una profesión para la que nació, perceptible en sus comentarios sobre este espectáculo - hasta el 23 de mayo en el Teatro Compac Gran Vía -. De ello, de este trabajo, de ese paso más allá con esta producción, de su Raúl de la Riva y de los factores que contribuyen al peso y construcción de un actor hablamos con él, un defensor de vivir y ser feliz como uno quiera que se deja querer, mucho.

El pasado sábado pude ver por fin “El Intérprete” y creo que me costó mucho cerrar la boca. Boquiabierta, alucinada, maravillada desde el principio hasta la apoteosis final. Es innegable que eres el cantante, el actor, el intérprete, el artista… y dime, ¿artista se nace o se hace? 
(Ríe) Primero, gracias por lo que me dices. Es agradecido escuchar a la gente que haya disfrutado con nosotros, eso sí que es maravilloso. Luego, en mi caso, indudablemente nací así. Al margen está la parte didáctica, formativa, que también es importante y que ayuda, pero ya te digo que en mi caso esto de ser artista es algo con lo que nací, algo que desde pequeño sentí que llevaba dentro, siempre he sido consciente de ello. Me resulta difícil verme haciendo otra cosa.

Habéis traído de vuelta a Madrid "El Intérprete", tras un par de años de gira. Cuando empezasteis con este proyecto, ¿os imaginabais estar tanto tiempo con ello, ser una propuesta tan bien destacada por todos los medios y por todos los espectadores que van a verla?
Nos sigue sorprendiendo, pero estamos encantados. Cuando en Factoría Madre Constriktor nos involucramos en esta producción es cierto que al principio teníamos esa incertidumbre con la que se arranca un trabajo nuevo, y en este caso, ofreciendo un espectáculo tan grande como es “El Intérprete”. Es lo más grande que he hecho, lo más personal, mi trabajo más íntimo. Quizás quede un poco mal que lo diga yo, pero es un show cojonudo (ríe). 

No puedo estar más de acuerdo con esa rotundidad (risas) 
Además, como actor considero que el teatro tiene un compromiso con la sociedad, y es lo que el texto de la obra manifiesta. Lo que cuento es algo que me ha pasado a mi, pero que indudablemente le ha podido a pasar a más gente. Digamos que esta experiencia es un viaje personal con el que se siente identificado muchas personas. Es algo que vemos en cada función. 

Vivimos un momento en el que la cultura se ve maltrecha, y ahora más que nunca son estos mecanismos los que se sirven para ser el reflejo de la gente, para contar, para reivindicar, para protestar… Esa es una función que nosotros defendemos y aplicamos, y creo que ello es importante en la buena acogida que tiene “El Intérprete”.

No es 1985 ni tu habitación de Bilbao. Es 2015 y ahora en el Compac Gran Vía, pero has pasado por un montón de escenarios en los que has actuado frente a cientos de amigos invisibles maravillosos maravillados con tu entrega. ¿Cómo vives hoy en día esa época que cuentas, este testimonio que relatas? ¿Crees que la sociedad a cambiado o todavía lo “poco convencional” sigue tachándose de raro, de diferente?
¿Sabes? A veces pienso que hemos avanzado, que hemos cambiado, pero luego veo que no. Veo como nos manejan, como hacen y deshacen sin tenernos en cuenta a todos. El hacer este espectáculo era para contar lo que había vivido, lo que había sentido, lo que me habían hecho sentir, y ahora estamos viviendo un momento en que de nuevo se deciden las cosas, en lo que lo que es normal y lo que está bien lo deciden lo que nos gobiernan, los políticos. Decisiones en las que posturas diferentes no tienen cabida, pero sí que están aceptadas por parte de la sociedad. Me da rabia, de cabrea, porque cuando estoy sobre el escenario veo como hay mucha gente maravillosa que sabe de lo que hablo, que lo comprende, pero que a la vez se cuestiona cómo es posible que en el 2015 se piense así. 

El repertorio musical del espectáculo, ¿es la banda sonora de tu vida? La elección de los temas, ¿costó? De todos lo que interpretas, ¿cuál es para ti el más especial?
No te puedo contestar a lo último porque todas son especiales, muy especiales para mí. Son letras con las que he crecido por mi madre, mi padre, mis abuelos… Todas me provocan un sentimiento. Todas sí que son las canciones de mi vida, esa banda sonora que dices, pero sí es cierto que lo difícil fue hacer una selección porque mucha se quedaron muchas fuera, pero sino ¡“El intérprete” duraría siete horas! (Ríe) Al final quedaron estas, y con ellas hago este viaje al pasado y presente durante dos horas y media apoyado por una banda con grandes músicos que son muy importantes también en esta producción.

Emocionas, diviertes, provocas, haces bailar, cantar… Esta performance, este show es absolutamente completo y en el tu visceralidad interpretativa se percibe por el abanico de registros por los que te paseas. De la lagrima a la risa en sólo unos segundos… ¿Cómo lo haces?  ¿Qué supone para ti esta entrega tan 100% en cada función? ¿Es un reto cada día? 
(Ríe) Pues la verdad es que cada día conlleva su concentración y su involucración total. Hay días en los que dependen otras circunstancias, como el estar enfermo, pero sí que me concentro con el objetivo que persigue la obra, que la gente salga queriéndose a sí misma y con energía para cambiar esas cosas en la vida que no les hacen felices. Bueno, hay veces que antes de salir tengo unos minutos que estoy impertinente, que necesito mi espacio (ríe).

Me empeño en darlo todo cada día, y sí que el pasar de un registro a otro es algo que trabajamos mucho cuando empezamos a darle forma al proyecto. Esta vorágine de emociones es porque cuando era niño vivía en una montaña rusa continua, y eso es lo que refleja “El Intérprete”. Todo el sentimiento del texto me hace estar frente al trabajo más honesto que he hecho. Actúo frente a un público que para el que siempre lo había hecho, para unos amigos invisibles que ahora son reales y que puedo ver que disfrutan conmigo. 

Muchas son las funciones que lleváis ya, y me imagino que todo los públicos son iguales. ¿Os habéis topado con alguna circunstancia anecdótica?
La verdad es que hemos estado en muchos escenarios. En grandes teatros o, como quien dice, pequeñas plazas de pueblo, y nos hemos encontrado de todo. En ellos participa mucho la predisposición del espectador, la capacidad del público de ser conscientes de lo que se habla o de la calidad del espectáculo que tienen ante sí. Hemos estado en lugares muy difíciles en los que sí que es cierto que me ha tocado hacer una entrega mayor para conseguir hacer que al final todos acabaran bailando. Quizás esto es porque se tiene todavía muy poca conciencia del teatro, y en general, de arte, de cultura. Hay mucha gente que va al teatro y permanece sentado con la misma actitud con la que está en lo sofá de casa viendo “Sálvame”. También hay gente que se piensa que los que nos dedicamos a esto no vivimos de esto, que es un mero entretenimiento, así que, yo siempre relaciono esto con la frase que dice “en el teatro uno juega y otro decide jugar”, por lo que me esfuerzo por conseguir que todos acaben formando parte activa de este viaje íntimo y acaben bailando.

Lo consigues, absolutamente. Cuesta creer que haya quien que se te haya resistido a ello.
(Ríe) Gracias, gracias, gracias. Mola un montón cuando todo el teatro acabe en pie al final, bailando, cantando, aplaudiendo…

Feliz.
Eso, y feliz.

La gira acaba el próximo 5 de junio en Donosti, pero no la vida de “El Intérprete”. En Factoría Madre Constriktor os lanzáis al rodaje de la adaptación cinematográfica de este texto, y sobre esto, ¿qué nos puedes adelantar? 
Pues el hecho es que este es un parón de la gira para ponernos con el proyecto de lo que comentas. Cuando anunciamos la idea de hacer la película es porque en la productora surgió el documentar todo la parte audiovisual que teníamos de “El Intérprete” y hacerlo parando el paso por los escenarios. Además de este proyecto, en Factoría Madre Constriktor tenemos más proyectos escénicos por ahí y el objetivo era darles forma en esta pausa que vamos a hacer. 

También nos merecíamos un descanso tras tres años de gira, porque es un espectáculo muy intenso, que supone cada función un trabajo muy duro, y como decías tú, una entrega muy visceral que tras todas las funciones que llevamos vemos que un parón nos viene bien a todos.


Además de disfrutar de tu innata vena artística sobre un escenario, también lo hacemos con tu Raúl de la Riva en “Velvet”. Todos los personajes de esta ficción tienen un encanto, un gancho que atrapa al espectador. En concreto, ¿cuál crees que es el de Raúl? ¿En qué nuevas tramas se verá envuelto en la tercera temporada? 
(Ríe) Pues me alegro que te guste a ti también, a mi es que este personaje me está dando muchas alegrías, me contenta mucho trabajarlo. Aunque todavía no te puedo contar que le va a pasar en la nueva temporada, sí que te puedo decir que esa bipolarildad emocional que tiene, que se va a ver mucho en esta nueva temporada, es algo que me encanta de él. Eso de llevar del llanto a la risa es algo que me apasiona de este personaje, que me hace disfrutarlo mucho y que creo que es un atractivo por el que gusta a los espectadores. En la tercera temporada de “Velvet” esto se va a ver mucho y os va a gustar, os va a gustar.

Quizás porque Raúl de la Riva nos lo hace pasar genial, y por ello es uno de nuestros personajes favoritos, y haciendo alusión a la moda que está habiendo por crear spin-off de series que tienen éxito, vemos como este personaje podría protagonizar perfectamente uno. De hacerlo, ¿qué personajes de "Velvet" te gustaría que participasen en ella?
(Ríe) Sí, sí, ¡estaría gracioso! Pues me lo paso muy bien con todos, pero yo creo que mis costureras no pueden faltar. Mi Rita, mi Luisa, mi Ana, mi Doña Ana o mi Don Emilio tendrían que estar, sin duda. 

Actualmente, tanto esta serie como muchas más, se ven involucradas en un juego de contraprogramación que las cadenas hacen con, parece ser, demostrar quien es más fuerte. ¿A quién crees que perjudica más esta estrategia? ¿Qué opinión te merece esta "lucha"?
Me parece detestable. No quiero opinar, porque no entiendo de eso, yo me dedico a hacer mi trabajo y listo, pero si que es cierto que no sé que es lo que buscan porque pienso que cada serie tiene su público, que no hay que pelearse por esto. 

Un ejemplo reciente de cómo una serie de menos audiencia pero de gran factura a vencido esta guerra hacia el bando de los espectadores a sido “El ministerio del tiempo”, que anunciaba que renovaba por una nueva temporada sin tener quizás un gran share
¡Cierto! “El Ministerio del Tiempo” es una serie buenísima, y mira, pesan otros factores. Creo que se están haciendo series cojonudas, como “Vis a Vis”, por ejemplo, y se está viendo como está en forma la ficción en nuestro país. Yo me acuerdo de la serie “La Fuga”, en la que también interpretaba a un personaje que me encantaba, que se canceló por esto, pero era una serie de gran calidad, y estas cosas a veces no las entiendes. 

Tú, que has hecho teatro, cine y televisión, ¿consideras que hay medios que dan fama y otros que dan prestigio? Por ejemplo, que el cine o televisión dan más popularidad y el teatro es la disciplina en la que más se curte un actor.
Posiblemente sí. Es cierto que el recorrido de actor pasa por mucho y no siempre te puedes encontrar con el éxito en lo que hagas, por eso yo no pienso en lo que ocasionará, en lo que me dará el medio en el que trabaje. Yo me dedico a hacer mi trabajo. También es verdad que el cine se queda para toda la vida, que la televisión es algo más efímero, más del momento pero luego se olvida, y que el teatro sí que es cierto que muestra al actor en su plenitud, es real. Pero en definitiva, uno aprende de lo que hace y toda experiencia te ayuda a crecer como actor. Es con lo que me quedo.

¿Qué reto como actor te gustaría cumplir algún día? ¿Qué sueño artístico te gustaría ver cumplido algún día?
Muchos, me quedan muchos. Principalmente seguir ligado a esto, seguir trabajando mucho y que la gente siga estando contenta con lo que hago, les siga convenciendo. Yo disfruto mucho interpretando y es lo que me motiva. Sobre un escenario soy feliz y gracias a “El Intérprete” puedo hacer que la gente que va a vernos vivan un viaje precioso, con emoción y diversión. No es únicamente un concierto o una obra de teatro, creo que va más allá, es algo muy grande y muy bello. Es un trabajo que veo como un compromiso y cuando veo al público en pie, bailando conmigo, es algo que me flipa, y que encantará siempre.

Para terminar, te voy a dar las gracias de parte los que de alguna manera hemos sido discriminados, hemos sido invisibles. No estamos solos, y todo el mundo debería grabarse eso de ser feliz como uno quiera. 
Gracias a ti, por tus palabras. Si uno consigue eso, es con lo que me quedo, es lo que me hace feliz. 

:: Toda la información de este espectáculo y de la productora en: www.elinterprete.es

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