Crítica de "Tokarev", dirigida por Paco Cabezas

ARTÍCULO POR CRISTINA HERNÁNDEZ

ALEA IACTA EST

Título: Tokarev. Director: Paco Cabezas. Reparto: Nicolas Cage, Rachel Nichols, Peter Stormare, Danny Glover, Aubrey Peeples. Guión: Jim Agnew y Sean Keller. Distribuidora: Inopia Films. Estreno en España: 27/06/2014. Puntuación: 3/5.

Sinopsis: Paul Maguire es un buen hombre. Empresario respetado, padre y buen marido, pero todos escondemos algún secreto. Una noche, mientras cena con su mujer, unos criminales entran en su casa y atacan a su hija. Los pecados de su pasado regresan para llevarle al mismo infierno, ya que en realidad, Paul es un antiguo criminal reformado. Cuando todo indica que la mafia rusa ha iniciado una espiral de venganza, Paul decide reunir a su antigua banda con violentos resultados.

Paco Cabezas se lanza al cine made in América con "Tokarev", un thriller gozosamente entretenido, pero cuya entrega de Nicolas Cage no puede contrarrestar las consecuencias de un guión demasiado pretencioso.

A pesar de su peluquín, su deshabitada autopista y los estragos físicos de la edad, Nicolas Cage disfruta de lo lindo en "Tokarev", cinta en la que da lo mejor de sí mismo pero alejado de hacer justicia a ese género cinematográfico atribuido a su nombre. Potente protagonista de la segunda cinta del joven director Paco Cabezas, que deja de lado a Mario Casas y a esa turbulenta carnaza de neón para adentrarse en un thriller que pese a ser entretenido, tiene más de telefilm bizarro que de convertirse en un título destacable en la filmografía de Cage y de su realizador, a quién este proyecto se le va de las manos en los primeros minutos. Y mira que Paco (Paco, Paco, que mi Paco) me parece un tipo majete  y con grandes posibilidades de destacar en este arte, pero esto... no Paco, no.

Siendo la base de este proyecto un pretencioso guión carente de sentido común, "Tokarev" deja a Cage ser el peluquín que encabece una venganza a golpe de cuchillos, pistolas y mamporros.  Si la acción del guión no estuviese contrarrestada por el innecesario y sobreactuado dramatismo de unas interpretaciones y una banda sonora que hacen aflorar una sonrisa que se mueve camino a una sonora carcajada, la narración sería lo clásica que parece haberse sido inspirada. Ello lleva a un conjunto que a ratos carece de ritmo que puede contrarrestrarse (un poco) por la acción de algunas escenas bien rodadas.

En definitiva, quizás esta cinta sea un trámite para que Paco Cabezas pueda llegar a moverse con soltura en Hollywood, y es que, aunque cuanta muchos contras, dispara con acierto para que gozen de lo lindo los fans de Nic. Alea iacta est.

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