Cita con... Álex García, protagonista de "Kamikaze".

ARTÍCULO POR CRISTINA HERNÁNDEZ

« Hay que luchar y dejarse la piel por todo lo que haces »

Hoy llega a los cines  "Kamikaze ", una comedia con su drama, su suspense y su jolgorio, en la que Álex García interpreta a Slatan, el protagonista de una historia de segundas oportunidades. La cinta de Álex Pina es uno de los títulos a concurso dentro de la sección oficial del Festival de Málaga, ciudad escenario de nuestra cita con el guapo y simpático Álex García.


Álex, he de darte la enhorabuena por el excelente trabajo que llevas a cabo en "Kamikaze"...
¡Jo!, muchas gracias Cristina (sonríe).

¡Muchas de nada! Aunque sea una comedia, el foco central de la cinta aborda un drama tremendo y tu personaje es un hombre con una misión extrema, ¿qué es lo que te atrajo de este proyecto para formar parte de el ? ¿cuál fue tu primera reacción al leer el guión ?
Cuando leí el guión en realidad aluciné porque ví una historia muy arriesgada. Ví una idea buenísima, con comedia, con drama…, y que podía salir una película muy bonita. Hice hasta cinco pruebas para que me dieran el papel, y cada vez que hacía una iba viendo que el personaje era complicadísimo pero que era un personaje que quería hacer. Agradezco mucho a Álex (Pina) y a los productores que hayan confiado en mi porque para ellos Slatan era un personaje muy delicado y estoy muy feliz de que me haya tocado.

Slatan es un personaje complicado, con muchos matices. Uno de ellos puede radicar en el de hacer creíble el acento ruso del personaje. Lo consigues de manera excepcional, da el pego por completo, ¿cómo trabajaste este punto ? ¿diste clases ?
¡¡Uff!! Estuve meses yendo a clases particulares de ruso. Cuando conocí bien el ciríluco, porque me escribía todo con este alfabeto, para mejorar el acento salté al caucásico, que es diferente al ruso, y también complicado, hasta que conseguí que un día mi profesora me dijo que parecía que mi acento era de verdad, porque en realidad Slatan no es ruso, es de la zona de Chechenia, más moreno, más como yo (sonríe). Viendo el resultado te puedo decir que estoy muy contento del trabajo de las profesoras con las que estuve porque ellas me ayudaron mucho a entender el personaje.

Un duro trabajo que no solo hacías de puertas para dentro, sino que también de puertas para fuera. Y digo esto, porque tengo entendido que sacaste a Slatan a la calle antes de empezar a rodar, ¿cómo fue eso?
Sí, quería ver si alguien de fuera me veía y me creía porque en el plató los compañeros te dicen cosas diferentes y la opinión de la calle te dice realmente lo que siente. Salí a la calle vestido de Slatan con mi coach de interpretación y la verdad es que fue una experiencia curiosa (ríe).

¿Tiene Slatan algo de Álex ? ¿Y Álex de Slatan?
Pues creo que a Slatan le aporto la ternura, algo que quizás tiene que ver más con la cultura española que la forma de ser de los caucásicos, que concentran un dolor interior que no sacan, y de Slatan me llevo la pasión por defender lo mío, mi gente. Mi pasión por defender y morir, metafóricamente, por mis ideales. En la película  él va más allá, pero yo, en mi mismo, me cojo esta metáfora de que hay que luchar y dejarse la piel por todo lo que haces.

Ahora estrenas « Kamikaze », pero has hecho mucha tele y también teatro. De hecho te puedo decir que ví « Los hijos de Kenedy » y me maravilló el texto y el trabajo que hacéis todos…
¿Sí? , muchas gracias. La verdad es que es un gusto y un privilegio trabajar en ese montaje (sonríe).

Pues habiendo trabajando en todos ellos, ¿consideras que hay medios que dan fama al actor y otros que dan prestigio?
Pues yo creo que depende de los personajes que hagas y con quien los hagas. Es cierto que el estereotipo dice que el teatro te va a dar más solidez, no que te de prestigio, sino que te ayuda a sacar armas como actor, y que la televisión te va a dar más popularidad por el hecho de entrar en las casas de mucha gente, una fama inmediata que es increíble y otros no te proporcionan. Mi opinión es que quizás es el cine el que concentra las dos cosas, te puede dar mucho prestigio una película que se convierta en algo muy grande y también te lo puede quitar de no acertar con una película. También da fama por la prensa que le dan, aunque luego haya gente no sepa separar que nosotros somos personas normales y que nuestro trabajo es ser actor, pero no el personaje en nuestro día a día.

Y tu, llegado el punto, si tuvieras que quedarte con uno, ¿con cual sería? ¿con el cine, el teatro o la televisión ?
Pues es el cine, porque con un proyecto muy bueno no tienes que repetir el trabajo. Sólo hay que darle al play y es más fácil para el actor. Eso sí, antes hay que trabajarlo mucho durante un tiempo, pero luego lo haces y ahí queda. Algo contrario al teatro, en el que cada función los matices del personaje pueden cambiar, añadiendo o quitando pequeñas cosas, siempre estando vivo por lo que pueda pasar. Tanto uno como el otro me gustan y me parece que tienen mucha magia.

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