Crítica de "Nebraska", dirigida por Alexander Payne

ARTÍCULO POR CRISTINA HERNÁNDEZ 

LA RECTA DE LA VICTORIA

Título: Nebraska. Director: Alexander Payne. Reparto: Bruce Dern, Will Forte, Woody Grant, David Grant, June Squibb, Kate Grant, Bob Odenkirk, Ross Grant. Guión: Phil Johnston y Bob Nelson. Distribuidora: Vértigo Films. Estreno en España: 7/02/2014.

Sinopsis: Después de recibir un "premio" por correo, Woody Grant, un anciano padre con síntomas de demencia, cree que se ha vuelto rico, obligando a su receloso hijo David a emprender un viaje para ir a cobrarlo. Poco a poco, la relación entre ambos --rota durante varios años por los continuos desvaríos etílicos de Woody- tomará un cariz distinto ante la sorpresa de la socarrona madre de David y su triunfador hermano Ross. Pero ¿qué ocurrirá cuando Woody regrese al pueblo, donde le ha prometido a todos que se ha convertido en millonario?

PUNTUACIÓN: +5/5

Existen películas y obras maestras, y "Nebraska" es un título a incluir en el segundo de los grupos por su exquisito, maravilloso y excepcional conjunto. Alexander Payne dirige esta bellísima película, uno de las cintas favoritas de los Oscars - nominada en 6 categorías: Mejor película, mejor director, mejor actor protagonista, mejor actriz de reparto, mejor guión original y mejor fotografía-, un soberbio trabajo que consigue derribar los muros sentimentales de todo aquel que la vea, en el que el paso del tiempo es la línea en la que se mueve una brillante historia de ganadores y perdedores, de envidias y perdones, de la vida y del amor.

Un sublime Bruce Dern conduce esta magistral, conmovedora, inteligente, punzante y preciosa road movie a través de un discurso cinematográfico que se ayuda la imagen en blanco y negro para profundizar más en los personajes de esta humana aventura. Un padre empeñado en cobrar un premio -que más que un premio es una estafa-, consigue en base a su desmedida insistencia que su hijo menor le lleve hasta Ítaca (Nebraska) para llevar a cabo su ansiado deseo. Pero esto no es más que el pretexto con el que Pyne nos hace testigos de un viaje de reencuentro entre un padre alcohólico, que arrastra las consecuencias de ello en el último tramo de su vida, con su hijos y su mujer, con sus amigos, sus enemigos y con su pasado. Recordando un poco a "Una historia verdadera" de David Lynch, "Nebraska" es un retrato melodramático sustentado por un elenco magnífico de primera a segunda fila. Todos se vuelcan en dar sentido y sensibilidad a un guión tierno, cargado de comprensión, equívocos, solidaridad y detalles llenos de fuerza que configuran una obra maestra imprescindible. No hay mayor gloria que actuar por amor, y en este caso, la mayor de ellas es ser testigo de como el triunfo más gratificante es aferrarse a la vida y demostrarlo a través de una recta victoriosa.

Lo mejor
Los actores protagonistas.
Los actores secundarios.
El guión.
La fotografía.
La preciosa BSO en la que se puede identificar una versión del famoso valls de Amelié al tempo del discurso narrativo.

Es una obra maestra.

Lo peor
Nada.

En definitiva, "Nebraska" es una joya imprescindible cuya historia es testigo del inexorable paso del tiempo a través de un epicentro dramático con un elenco muy vivo y fascinante. Emotiva, divertida, madura, soberbia. Pincha aquí para ver el tráiler de uno de los títulos más formidables de los últimos meses.

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