Crítica de "Ay, Carmela " en el Teatro Bellas Artes




                                                                                                                           Por @natael81      
 "Una exaltación a la memoria"


Una de las obras más importantes de Jóse Sanchez Sinesterra tras gozar de enorme popularidad tras su versión cinematográfica dirigida por Carlos Saura e interpretada por Carmen Maura, Andrés Pajares y Gabino Diego llega ahora al Teatro Bellas Artes de Madrid con una versión remozada.

 En sus papeles protagonistas figuran María Adánez ("La que se avecina") y Pepón Nieto ( "Los hombres de Paco") interpretando al dúo de artistas ambulantes Carmela y Paulino con su espectáculo de " variedades a los fino".

En pleno desarrollo de la guerra civil cada uno de los personajes la hace frente desde puntos de vista totalmente opuestos. Mientras Paulino desarrolla una actitud obediente y sumisa al sentirse derrotado en sus creencias y posiciones políticas, Carmela se convierte en su bastión de entrega a la causa, lucha incansable por sus ideales de justicia social y en contra de la represión provocada por el franquismo a pesar de no pertenecer ni militar en ningún partido político.

Ellos se refugian en la música, en llevar la alegría de sus espectáculo a cualquier rincón del mundo, un espectáculo que ocasiones roza el esperpento dada la escasa preparación y la mucha improvisación que reside en sus representaciones.

 Cabe destacar que la versión teatral se permite la licencia de comenzar por el final respecto a la película y juega con ello toda la obra. El personaje de Carmela por tanto cobra si cabe mayor protagonismo como personaje vitalista, empático, sensible y carente total de prejuicios.

 La obra utiliza canciones míticas de la época de la Guerra Civil así como zarzuelas que liberan tensión al tono más trágico de la obra a pesar de las limitaciones vocales de sus protagonistas.

 Tanto el personaje interpretado por María Adánez como el de Pepón consiguen transmitir a la perfección el sentir diferente del horror de una guerra y el papel fundamental que la cultura en su conjunto y la "memoria histórica" juegan para nunca olvidar y no volver a caer en los mismos errores del pasado.

 Una obra que entretiene en su conjunto a pesar de contar con una primera parte más lenta y algo árida que va creciendo progresivamente , destaca notablemente como pilar de la obra el personaje de Carmela alrededor del que gira toda la trama y destacando sobre todo por su gran expresión corporal.

 La obra podrá verse en el Teatro Bellas Artes de Madrid hasta el próximo 11 de junio.






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