Reseña de "No pasarán Z (4)" de Miguel Griot


LA VERDAD OCULTA

Nos adentramos en el pasado de los personajes, en el cual vamos a encontrar las primeras claves para descifrar el enigma del caos que asola Madrid. | Por Eva García.


Sinopsis | Permite que te haga un recorrido de 360 º por Madrid a menos de 48 horas después de sufrir una devastadora epidemia zombi. Será una visita muy rápida, casi fulminante, tus impresiones serán como tomas de Instagram. Estás serían las imágenes que captarían tus pupilas. Emilio contempla un montículo de libros ardiendo. Raúl se ata las cinchas de una loriga nazarí. Braulio le entrega a Marta su pistola. Tony desmonta un teléfono y lo arroja a la basura. Mbonka cruza su mirada con un Apolo en los jardines de Sabatini. Un copo de nieve se posa sobre la mejilla de Li. 

Permite ahora que te invite a hacer un recorrido mucho más detenido y pausado. Permite que te anime a adentrarte en las páginas de No Pasarán Z 4. 

Reseña | Leyendo la primera parte de este cuarto volumen de “No pasarán Z”, la sensación del lector es de haber retrocedido en el tiempo, pues Miguel Griot no solo nos traslada al pasado de los personajes de la novela, como ya hiciera en tomos anteriores de un modo más sutil, sino que dedica capítulos enteros a mostrarnos la vida de estos personajes antes del apocalipsis que se cierne sobre la antigua capital del país.

De esta forma nos permite adentrarnos más en la psique de los supervivientes y podemos visualizar algunas conexiones entre ellos que hasta este momento estaban ocultas, comenzando a juntarse los hilos, teniendo cierta cohesión entre sí pero sin revelar abiertamente la verdad, lo que aviva el ansia del lector de seguir buscando esas respuestas que a todos nos llenan de intriga y expectación.

Nos encontramos con que remota personajes de los primeros volúmenes, como el misterioso Mbonka, inquietante en todas sus apariciones, que hace pensar que no todo es tan sencillo como pidiéramos pensar en un principio, Tanto este individuo como la aparición de Drago y el pasado del padre de Li, aportan un nuevo enfoque al desarrollo de la historia, mezclando a la temática Z un conjunto de elementos fantásticos y casi mitológicos que llevan la expectación a otro nivel.

Sacando siempre el máximo partido a todos los escenarios de Madrid en los que sitúa la historia, con escenas de acción frescas e insólitas, este cuarto volumen lanza a todos los fans de la saga a la espera del quinto tomo.

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