Crítica de "Vulcania", dirigida por José Skaf

ARTÍCULO POR MARÍA VICTORIA ANDREO

DIFERENTES MUNDOS UNIDOS POR UNA CIUDAD

Título: Vulcania. Director: por José Skaf. Reparto: Miquel Fernández, Aura Garrido, Ginés García Millán, José Sacristán, Ana Wagener, Silvia Abril, Jaime Olías, Rubén Ochandiano y Jordi Gràcia Productora: ZENTROPA SPAIN, con la colaboración de TVE y TV3 Distribuidora: ALFA PICTURES. Estreno en España: 4/03/2016. Nota: 3/5.

Sinopsis: Los habitantes de un pequeño pueblo perdido en las montañas viven divididos en dos bandos irreconciliables que trabajan alrededor de una gran fundición. Entre ellos se encuentra Jonás, que tras la muerte de su familia acepta un peligroso trabajo que le hace desarrollar un sorprendente poder.

Sin embargo el conocer a Marta, perteneciente al bando contrario, y quien también parece guardar un secreto, hará que Jonás inicie una investigación para descubrir qué esconden los cimientos de esta comunidad cuyos oscuros líderes intentan que la verdad no salga a la luz.

Vulcania, que participó en el pasado Festival Internacional de Cine de Sitges ha sido el primer largometraje del director José Skraf, el cual ha contado con actores de grandes éxitos españoles, desde José Sacristán a la cómica Silvia Abril, que sorprende al espectador con su faceta dramática, a la cual no nos tiene muy acostumbrados.

La historia que se nos presenta gira en torno a un mundo irreal, ajeno y desconocido- un universo dictatorial en el que hay dos bandos que trabajan en una fundición- pero a la vez real y cercano –personas que por miedo y por “comodidad” no pueden ver más allá del trabajo y la vida que les han impuesto, sin atreverse a dar un paso más en esa falsa libertad en la que viven-.

Jonás, tras la muerte de su familia, es el que se atreve a buscar la verdad de todo ese mundo y la libertad junto a Marta, viuda del otro bando.  Pero claro, esa búsqueda en la que nadie puede sospechar nada, no es nada fácil y es por eso que el espectador está en continua tensión durante toda la película.  ¿Sabéis esa tensión en la que le hablas al personaje y a la pantalla como si te escuchara intentando decirle que no abra una puerta o que se vaya de un sitio? Pues esa tensión.

Nada más comenzar ya te introduces en un mundo diferente del cual te sientes perdido y no entiendes nada, pero poco a poco consigues meterte en la piel del protagonista dándole sentido a todo y creyéndote habitante del pueblo. Es todo tan intenso que es por ello que cuando acaba te quedas con ganas de más, teniendo la sensación de que le falta algo a la película, o mejor dicho a su final.

Pero a fin de cuentas el espectador se tiene que dar cuenta que detrás de la historia, se transmite un mensaje que es mostrado a lo largo de todo el desarrollo, y es que a veces vivimos en nuestra propia “Vulcania” sin ver más allá y sin darnos cuenta que podemos encontrar la felicidad fuera de la zona de confort porque el hecho de que nadie se haya atrevido a dar el primer paso, no quiere decir que sea imposible.