Crítica de "Selfie", dirigida por Alberto F. Prados.


     ¡SONRÍE! ¡ES UNA SELFIE!

Umbralia tan solo es la sombra de lo que fue, el reflejo de un pasado dorado como afamada artista plástica. Entre adicciones y algunas presencias, se encapricha de un chico mucho menor que ella. El joven afirma ser un artista del Selfie, una nueva forma de entender el retrato que se considera una disciplina artística tan respetable como cualquier otra. | Por Clara Sánchez.

Martín y Alma son los hijos de Umbralia, quienes ven en el trasnochado amante de su madre una oportunidad para poner fin a su difícil situación y no verse obligados a tomar una dura decisión. Lo que parecía el plan perfecto se va complicando disparatadamente para estos hijos que pretenden hacerse con el control de la vida de una mujer incontrolable.

Dicen que las buenas comedias son las que te dejan un buen “regustillo” y un genial sabor de boca. También se habla de que los trabajos que se hacen con tanta ilusión y esmero merecen ser recompensados. “Selfie” no es una excepción. Alberto F. Prados ha creado una obra que entusiasma y sorprende por la inclusión de algún que otro giro dramático. Quizá sea una combinación de estos factores lo que la ha llevado al estreno de una segunda temporada, más madura y desarrollada que la anterior ¿Qué le dirías a tu madre si su nuevo novio tuviera 23 años? ¿Y si además se creyera un Dalí del selfie?

Así comienza esta historia, derrochante de surrealismo y buen humor. La vida de la artista veterana Umbralia y la de sus poco convencionales mellizos Alma y Martín, se presenta de una manera directa, plena, sin ningún tipo de tapujos. Desde el momento cero, los actores meten al espectador de lleno en la historia. El público se convierte en cómplice, confidente e incluso crítico. ¿Lo que más llama la atención? El ritmo y la energía del argumento. Las situaciones totalmente disparatadas y satíricas. Todo fluye hasta el punto que cuando te quieres dar cuenta, la sala estalla en aplausos finales.

Pese a las posibilidades técnicas que ofrecen los teatros pequeños, "Selfie" presenta un escenario sobrio pero conseguido, muy adecuado para contar esta historia extravagante pero humana. Solamente hay un espacio donde el espectador atento puede adivinar nada más entrar qué es lo que se le va a contar. Además, el juego de música contemporánea internacional llena las salidas de los actores y se convierte en compañera de la trama, incluso en los momentos más difíciles…

Soltura, frescura y dinamización en una comedia que va más allá ¿Qué significa la familia para el teatro? ¿Cuáles son las líneas que se pueden cruzar en el mundo del arte? Lejos de ser una obra con una intención moralizante clara, lo que “Selfie” refleja es el mundo de los lazos sanguíneos, el momento en el que los hijos dejan de ser niños pequeños y las relaciones se complican. Pero ¡eso sí! Las risas nunca faltan (ni las selfies). Si esto se combina con la excepcional interpretación de los actores, ese buen sabor de boca del que hablábamos al principio aumenta. Amalia Hornero, Laura Río, Sergio Pozo y Ventura Rodríguez conforman un cuarteto divertidísimo en perfecta sintonía sobre el escenario (y sobre todo fuera, como podréis comprobar en la entrevista). Todos ellos crean una atmósfera amena y jovial que hace de esta obra un espectáculo ideal para ver con amigos.

“Selfie” se conforma como una divertida comedia con un doble significado que emociona y encandila al espectador. El teatro alternativo demuestra que es capaz de llenar salas y estrenar nuevas temporadas una vez más. Todos los sábados y domingos a las 19:00 horas en la sala Azarte tienes una cita con artistas bohemios y mellizos extravagantes. ¡Ve y dale un nuevo significado a la palabra selfie!

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