Cita con... Impro Impar.


"'3 EN IMPRO' ES UNA FIESTA CON MÚSICA, IMPROVISACIONES Y PELUCHES"

Entrevistamos a Impro Impar, la compañía que cada fin de semana hace llover peluches bajo una tormenta de risas en el Teatro Bellas Artes de Madrid. | Por Cristina Hernández.

La creatividad y el talento es algo con lo que se nace, y en el arte de improvisar no sólo hay que tenerlo sino que además hay que acompañarlo con gracia. Los miembros de la compañía Impro Impar son creativos, talentosos y graciosos, y en su último espectáculo "3 en Impro" las carcajadas, el buen rollo y un arsenal de peluches hacen de las noches de viernes y sábado en una indispensable cita al Teatro Bellas Artes para disfrutar de una sana, sanísima, sesión de risoterapia. Cada noche, el  heterogéneo público que acude a participar a este show inigualable, convierte en efímera cada función. Los asistentes tienen un gran protagonismo desde que entran al teatro, consintiendo de esa forma participar en este juego que va complicando su dificultad in crescendo. Un juego, un concurso, una terapia, pero sobretodo "'3 en impro' es una fiesta con música, improvisaciones y peluches", señala Edu, uno de los miembros de la compañía Impro Impar. Y son esos muchos peluches, "¡400!  431 exactamente, uno por asiento", concreta Karlos, otro de los improvisadores, que advierte en tono divertido sobre el hecho de que la gente se los lleva: "¡No son un souvenir! ¡Los peluches no son un souvenir!" "Lo recordamos durante el espectáculo para que la gente no se los lleve. Lo importante es que están ahí para usarlo cuando algo les guste o no les guste. Los pueden lanzar en cualquier momento del espectáculo", añade su compañero Edu.

El público, como buen soberano que es, además de juzgar, con o sin motivo, guía y marca el camino de las dinámicas que usan en el espectáculo, como por ejemplo aportando frases entorno a las cuales los improvisadores construyen diferentes escenas. Pero, ¿siempre saben como encajar lo que se encuentran escrito?: "Siempre ocurre en cada espectáculo con dos o tres frases que salen. Piensas "pero alma de pollo, ¿de dónde has sacada tu la imaginación?", pero claro, la tienes que meter y salen cosas como "me voy a comer un bocadillo de cocodrilo", que bien, o "me voy a comer un bocadillo de artículo de enmienda a la totalidad de la ley de extranjería"", comparte haciéndonos reír Karlos. "Lo más raro que he visto yo es algo escrito como en japonés, en kanji, o la más desorbitada fue de alguien a quien no le pintaba el boli y metió la papeleta sin escribir nada, solo con la prueba del boli... Era un garabato y hubo que improvisar con eso", comenta Edu.

Frases complicadas para dinámicas de todo tipo y de toda complicación que dan lugar a provocar situaciones "gloriosas" sobre las que señalan que "el espectáculo conforme avanza se va complicando más, los juegos de improvisación se van haciendo más difíciles y así conseguimos que la gente se lo vaya pasando mejor. Ahí demostramos la habilidad de los improvisadores y se ve como van sufriendo poco a poco con los juegos". Teniendo un total de cuarenta dinámicas, los chicos de Impro Impar apuntan que aunque cada día hacen diferentes "sí es cierto que tenemos unos que utilizamos siempre, son clave del espectáculo". Desde el que se encarga de abrir el espectáculo, '3 es impro', el juego que da nombre a su show, "un juego muy sencillo de montar tres historias de forma escalonada", aclara Karlos; pasando por el favorito de la compañía, 'La pareja', una dinámica en el que cuentan la historia de amor de una pareja elegida entre el público, "algo que es maravilloso porque te encuentras con alguien valiente como para contar su historia de amor y su primer beso sobre el escenario". Risas y anécdotas de la mano de una improvisación sobre unos protagonistas-testigos que comparten entusiasmados: "hubo una pareja que no podía contar su historia porque estaban sus padres delante y nos lo tuvieron que contar con metáforas" "Luego hay gente que a lo mejor están de cita y que todavía no se han dado el primer beso. Hemos llegado a tener el primer beso de una pareja en el escenario. Estaban los dos ahí... y fuimos nosotros los que tuvimos que representar ese primer beso antes de que se lo dieran... ¡Y se besaron, se besaron!". Además de estas dos, Karlos y Edu avisan de otra de las cosas que ocurren en cada cita, "la gran sorpresa con los peluches", aunque esa no la cuentan.

Foto: Facebook Impro Impar

Improvisadores, público y peluches forman ese '3 en impro', y sobre el lanzamiento de los 400, que hay quien los lanza con vergüenza o con reparo, hay quien tira verdaderos peluchazos: "Nosotros tenemos el gran tiburón, que ahora está en en rehabilitación el pobre. Es un peluche que mide unos dos metros. Me acuerdo que había un señor, digamos que tosco, que vimos como se levantó del asiento, hacía un molinete y lo lanzó con tal precisión que nos dio a uno y le tiró al suelo. Fue glorioso", comenta entre risas Karlos. Y de animales acuáticos va la cosa, porque Edu explica que antes tenían un Nemo con los ojos duros y que tenían que avisar que se tuviera cuidado al lanzarlo:  "De repente cuando nos caía, si nos daba en la boca era peligroso", comparte. "Yo con el Nemo en la boca no, pero tenía una cierta atracción sexual hacía mí y siempre me daba en eso que tenemos los hombres", añade Karlos.  

Son conscientes de que los lanzamientos sirven mucho de deshago: "hay gente que los ves salir y sabes que van a dormir bien. Mucha gente nos lo dice, que se lo ha pasado muy bien porque además se ha desahogado. Eso es lo más importante de la obra, que la gente salga contenta y con ganas de repetir", y concretan ese efecto desestresante en un concreto grupo de señoras: "¡Las señoras del abanico que vienen a vernos! No os podéis creer la cara que tienen cuando nos lanzan los peluches. Es maravilloso, con una cara de estrés absoluto, y luego te vienen para decirte ‘¡ma' encantao’ hijo!”, “¡qué bien habéis estao'!”.

Un juego de impro 100% divertido y 100% excelente, en el que los miembros de la compañía Impro Impar se van turnando durante el desarrollo del espectáculo, siendo cuatro cada día y siempre 3 improvisadores en escena los que estén dispuestos a dar lo mejor de sí para dar vida a las ideas más inverosímiles propuestas por un entregado público. Impro Impar, que define su humor como "un humor muy limpio, el cual se agradece  porque en el mundo de la improvisación es fácil caer en las cosas soeces. Un humor más blanco, que tiene que ver con el objetivo de ser respetuosos y de hacer humor", apuntan también que su estilo "es buen rollo, energía y humor limpio, porque nosotros lo que queremos es pasarlo bien y que te lo pases bien". Este tono se refleja en cada improvisación, y si en las obras con texto el actor puede sentir miedo a sufrir ‘un blanco’, el improvisador puede tener cierto miedo al vacio de ideas, algo que a Karlos le encanta: "A mi ese momento de “pues no sé que decir” lo digo en alto y la gente se empieza a reír". Edu añade que "como improvisadores tenemos herramientas porque eso se entrena. En los cursos que damos lo enseñamos. Ese vacío tiene que ver con el gusto escénico que dice Karlos, pero también porque uno tiene la seguridad de que los compañeros y el público le va a ayudar y acompañar en ese momento. Una de las cosas más bellas de esto es que la gente ve tu búsqueda, ve como buscar lo que vas a hacer y decir. Sobretodo es que ven cuando lo encuentras, cuando salta esa chispa y encaja todo, y eso lo agradecen. Eso es lo que hace que el teatro esté vivo. En el futuro todo será improvisación". 

Foto: Facebook Impro Impar

Contentos de que funcione el espectáculo y de que estén con una tercera temporada en el Teatro Bellas Artes gracias el éxito que arrastran desde que estrenarán el espectáculo en la Escalera de Jacob. Edu comenta como la progresión hasta llegar al su actual escenario fue fortuita: "Estando en la Escalera de Jacob nos vino a ver Emma Ozores, cuando gestionaba todavía el Arlequín, le gustamos y por eso acabamos en allí. Jesús Cimarro escuchó hablar de nosotros y gracias él ahora estamos aquí" "Le tenemos mucho que agradecer a Emma, es nuestra madrina", añade Karlos. A pesar de la situación que atañe a las artes escénicas, Impro Impar tiene ganado su hueco dentro de la cartelera teatral madrileña y eso es fruto de estar "luchando y remando todos los días": "Al final somos una compañía pequeña y trabajadora, que aunque no tengamos caras conocidas salimos adelante, repartimos nuestros propios flayers en la calle y luchamos contra ese 21% de IVA. Son cosas que vuelven difícil la vida del actor, pero ahí salimos adelante", exponen ambos. Pudiendo sumar a eso la equívoca concepción que tienen muchas personas sobre la vida del actor, sobre la profesión, Karlos y Edu señalan que sobre ello ven como la gente tiene dos ideas extremas: "Piensan que te alimentas del aire y trabajas gratis o cobras una pasta por lo que haces. Son dos extremos, pero al final esto es como cualquier trabajo solo que te expones más… y te titán peluches".

La compañía Impro Impar cree que todo el mundo tiene derecho a aprender y por ello ofrecen unos cursos para que todo aquel que quiera ahondar en el campo del teatro de la improvisación lo haga según las necesidades de cada uno: "Ofrecemos cursos para grupos de personas, que quiera hacer teatro como hobbie con los amigos, actors que quieren mejorar o aprender a hacer improvisación, y también para empresas, porque en general la imrpovisación es una técnica que tiene que ver con el apoyo a las ideas, con el trabajo en grupo, como hablar o exponerte en publico. Estamos muy contentos con nuestra escuela porque todos los años vamos creciendo un poquito más", informa Edu. "En empresas nos lo agradecen porque enseñamos una dinámica de trabajo que luego facilitan el diálogo entre las personas, sobretodo porque nosotros tenemos la triple A, marca registrada por Impro Impar, que es aceptar, adaptar y avanzar, y a través de estás tres simples ideas esto que es tan difícil de entender para el mundo empresa les ayuda mucho a desbloquear situaciones de conflicto", explica Karlos. Y como dicen ello, "si hay algo más divertido que el ‘3 en impro’ son los cursos".

Una cita teatrera muy gamberra que tendrá la banda sonora más risueña, los actores más descarados y un público altamente poderoso armado con uno (o varios) peluches como munición a utilizar tantas veces como quieran para juzgar y entorpecer a unos improvisadores de chapó. Ir a verles y participar gritando "1, 2, 3 en Impro" en esta lluvia de peluches y tormenta de risas que te encantará. Lanzando la coletilla que utilizan para dar el pistoletazo de cada juego, “1, 2, 3 en impro”, los chicos de Impro Impar comparten un eslogan promocional de este imprescindible espectáculo: “Ven a lanzar peluches”, apunta Edu. Siendo más breve y firme Karlos grita un “¡Ven! ¡Ven que te lo vas a pasar muy bien!”. Pues eso, vayan y rían (y los peluches de vuelta).

:: "3 en Impro" de la compañía Impro Impar está en el Teatro Bellas Artes los viernes y sábados a las 22.30 h. 

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