Cita con... Ignacio Mateos.


“Yo trabajo muy de fuera para dentro, pero siempre desde mí”

Con motivo del éxito de “Todo irá bien” en el Teatro Lara, hablamos con uno de sus protagonistas Ignacio Mateos. El próximo estreno de “Lejos del Mar” de Uribe en el Festival de San Sebastián, el teatro y una serie que empieza en Octubre llenan sus días, porque el actor nunca espera siempre mira hacía adelante. | Por Adolfo Pardo.

Si “Todo irá bien” nos había dejado con una buena sensación en el cuerpo, hablar y tener delante a Ignacio Mateos, uno de sus protagonistas, hizo nuestro día redondo. Nos reunimos con él en una cafetería tras la obra, Madrid es una ciudad de locos a veces, pero él está tranquilo. Sin embargo, él no para y nunca ha parado, él va siempre al cien por cien, las cosas a medias no son lo suyo. Tras haber protagonizado “La Banda Picasso” en 2012 y ser sorprendido por su gran parecido, a Ignacio le esperan grandes proyectos como el estreno de “Lejos del Mar” además  de “una serie que empiezo ahora en Octubre”. Con mucho camino por delante, el actor nos desvela su secreto y el camino para mirar la vida con positividad. Porque al final todo puede e irá bien. 

Una de las cosas que más llama la atención en la obra es el uso de las gafas de sol, ¿Tienen algún significado en especial?
Creo que quiere simbolizar la máscara que tienen cada uno de los personajes. Para fuera son de una manera, extrovertidos… algo que no son en realidad. Y cuando profundizas ves que cada uno está en el momento de vida en el que está. Se las quitan en los momentos de mayor intimidad, por ejemplo, al principio hay un momento en el que yo aparezco con las gafas, y es como ¿Me reconoces, no me reconoces?, y es ahí cuando se me las quito cuando se muestra tal y como es en profundidad.

¿Hay una Pilar real que haya inspirado la historia?
La protagonista se llama también Pilar en la vida real, y sí es muy Pilar pero no es muy Pilar. El dramaturgo es también el director y aunque no es autobiográfico, sí que tira de sus experiencias. Además, lo que le pasa a Pilar nos ha podido pasar a todos, el sentirnos perdidos, el engancharnos a algo que no funciona, en lo que vemos una esperanza y aún así te engancha. Por ejemplo en una relación, sabes que te están manipulando que no es lo que más te conviene pero seguimos ahí ¿Y por qué no salimos? Realmente por el miedo a salir de lo que es nuestra zona de confort.

“Lo que le pasa a Pilar nos ha podido pasar a todos”

Entonces, ¿por qué crees que Pilar engancha tanto?
Creo que porque en definitiva ella es precisamente “el pilar” del personaje de Miguel y de Carmen. Son relaciones de dependencia, Carmen necesita a Pilar como Pilar necesita a Carmen. Ella también necesita a alguien con el que mostrarse tal y como es, con el que poder hablar de su situación y es ahí donde vemos como la trata, casi como una madre.

¿Qué papel crees que juega la suerte en cada uno de ellos?
Creo que hay veces en la vida en las que cuando no nos sale algo tendemos a echar balones fuera, “es que soy gafe” y no, a lo mejor lo que pasa es que nunca has dicho hasta aquí, esto no me conviene y te escudas en un “a ver si sale” “a ver si esto me funciona” en vez de tomar decisiones. Y aquí Pilar decide irse y se va. Aunque el final pueda considerarse triste, realmente es una esperanza, ella se va y se va a una nueva vida.

Suponemos entonces que no piensas que tu personaje Luis sea gafe…
No, las cosas no le han ido bien, aunque también es un personaje que está un poco llevado al extremo. Aquí se le muere la pareja antes de casarse, pero también hay otros a los que les plantan en el altar o a los que les han dejado sin dar una explicación. Todo está llevado al extremo pero son situaciones que a todos nos han podido pasar y no somos gafes. Son cosas que pasan en la vida y de las que consigues salir.

¿Por qué crees que es invisible a los demás? ¿Se oculta o no saben verlo?
Siempre ha estado en la parte de detrás en la clase, siempre ha sido el friki y hasta que él no ha tomado la decisión de salir, de no estar con los granos o las gafas y empezar a cuidarse. Aunque tampoco está bien, está en terapia, con medicación él intenta salir de eso. Hay un momento en el que le dejan pero en el que también aprende y en el que es importante quererse a uno mismo. Ha sido valiente y aunque no haya funcionado, él tiene la conciencia tranquila.

Todos tienen en común el instituto ¿Qué papel crees que juega en la construcción de nuestra personalidad adulta?
Es una parte bastante fuerte además de la familiar. En el instituto se gesta la personalidad de ser inseguros, tener miedos o de ser el primero de la clase, el guay o el ser siempre un ganador. Pero si es verdad que si esas personalidades no nacen del interior de uno, como le pasa al “gemelos”, se diluye porque no hay una base férrea sobre la que sostenerla.

¿Cómo crees que te afectó a ti esta etapa?
Yo era una persona invisible, nadie me veía y yo necesitaba mostrarme. De hecho en un momento en la obra digo “yo salí a la calle pero no buscaba algo, por salir hasta que decidí darme una oportunidad, y a partir de ahora voy a ser visible”. Cuando tú tomas las riendas de tus decisiones en la vida, hay algo que cambia, como cuando estás enamorado que te ven más guapo. En la actitud hay algo físico, energético o químico que cambia. Al final la clave está en quererte a ti mismo, en aceptarte y cambiar si hay algo en ti que no te gusta, pero si lo escondes y lo tapas con las gafas de sol, al final te acaba explotando en tu misma cara.

“La gente empatiza demasiado en vez de verlo como una historia.”

Estás con Uribe en su última película “Lejos del mar”,  que se va a estrenar en esta edición del Festival de San Sebastián, ¿qué expectativas tienes al respecto?
La película no entra en competición porque Uribe no quería entrar. Pero si entra en la proyección especial y vamos Elena Anaya, Edu Fernández y algunos personajes más de la película. Y si es verdad que Uribe al ser vasco y un director conocido, hay bastantes expectativas sobre todo en cuanto a la temática de la película, se habla de ETA, de un etarra que sale por la doctrina Parot y que va a Almería para ver a su colega, que soy yo, un yonqui enfermo terminal. Viene a verme y mi médico, Elena Anaya, le reconoce y parece ser que es la hija de una de sus víctimas, hay un encuentro y hasta ahí puedo leer.

La temática está gustando, gente del medio y la academia la ha visto, y hay una buena crítica. Es una historia muy complicada y creo que el tema de empatizar con un etarra y sobre todo con una víctima de ETA que entabla una relación, no de amor, con el que ha matado a su padre es algo que te hace decir “no se si yo estaría de acuerdo”. La gente empatiza demasiado en vez de verlo como una historia.

¿Crees que España está preparada para historias como ésta?
Sí, yo creo que ya toca la paz un poco entre víctima y verdugo. No se olvida, pero hay que tirar para adelante. Además en esta historia él está arrepentido, ha salido en pantalla pidiendo perdón, ya ha estado 25 años en la cárcel ahora a él también le toca reisentarse. Esta es otra pregunta qué les pasa cuando ya han cumplido condena.

"Realmente para que salgan las cosas, no hay que esperar"

Has protagonizado “La Banda Picasso” ¿Cuál era la mejor parte de interpretar a un hombre como él?
Como actor yo no puedo enjuiciar al personaje. Es verdad que cuando decía que iba a interpretar a Picasso, me decían que era un machista, un cabrón… todo lo que leía de él era negativo y yo no podía crear un personaje desde la negatividad. A mí lo que me sirvió fue “entender” por qué actuaba así, por qué era tan machista, él de hecho ataba a su novia a la cama para que no saliera o se volvía loco y no le compraba zapatos para que ya fuera imposible. Pero luego le llegas a entender, tenía mucho miedo a la soledad, durante la infancia estuvo viajando mucho y se sentía muy solo y abandonado e incomprendido. Enlazaba siempre una mujer con otra y necesitaba tener siempre alguien a su lado para sentirse más importante. Al principio de su carrera lo pasó bastante mal, robaba, dormía en la calle, lo tuvo complicado y es verdad que hay cosas que no puede perdonar como una traición de su amigo Polineo. Yo era Picasso en París en 1916 por lo tanto hablaba en francés, por lo que yo hablaba francés durante toda la película, además yo también soy de Málaga y molaba también el acento de un paisano. De hecho creo que medía un centímetro más que él, sin duda el papel estaba casi hecho para mí.

¿En qué manera influyó a tu carrera protagonizar “La banda Picasso”? ¿Conseguiste más papeles protagonistas?
No, la verdad es que no. También es cierto que era una película en otro idioma sobre un pintor, Picasso, que tampoco tuvo mucha difusión y aquí en España hay que estar muy expuesto para que te vuelvan a llamar. Sí salí en varios medios, fui relevo de Fotogramas como la nueva generación del cine español… y lo curioso es que tuve tres pruebas, una la de Uribe que me lo dieron y las otras dos para hacer de Picasso, y era como “puedo hacer otras cosas”. Incluso las entrevistas en Cinemanía me preguntaban “¿Te han parado por la calle porque te pareces a Picasso? Si es que eres igual”. Había un trabajo de caracterización, maquillaje, peluquería, además yo me trabajé el personaje, miraba las fotografías, las posturas, los gestos, las miradas, todo eso estaba currado. Pero bueno, yo seguí trabajando mucho en teatro, sobre todo en la sala off del Teatro Lara como en esta obra, y es ahí donde muchos acabamos.

Por ejemplo José Manuel Carrasco, que es el director, estuvo nominado al Goya por su corto y él es un tío que trabaja y escribe genial, continua haciendo cortos y muchos están seleccionados en los mejores festivales. El teatro ha sido lo que nos ha canalizado, porque no puedes esperar a que te llamen, tienes que crear tú y ya vas haciendo cosas como la película de Uribe, para la que llegué a perder 20 kilos para interpretar a mi personaje, me quedé esquelético para prácticamente ocho secuencias.

Te metiste totalmente en la piel del personaje...
Sí yo es que o voy a muerte o no, las cosas a medias a mi no me van. Es sobre todo tener mucha paciencia, ha salido esto ahora, también estoy con otra obra en el Teatro Amaya, me ha salido una serie que empiezo ahora en Octubre. Realmente para que salgan las cosas, no hay que esperar.

"Creo que cuanto más sueltes, más van viniendo las cosas"

¿Qué nos puedes adelantar de la serie?
Es una serie de época, años 60, 70 y es sobre El Caso, un periódico de sucesos reales que pasaban en España y va sobre esa revista. Yo soy uno de los redactores de la revista, y está muy guay porque es de época y la hace PlanetPlano, la productora de “El Príncipe” y “Allí abajo”. Tiene muy buena pinta, la ambientación, los platós, tiene mucha calidad cinematográfica y son sucesos que de verdad ocurrieron aquí en España. Me he leído ya los dos primeros capítulos y la cosa está bastante bien.

Supongo que eres seriéfilo
Sí ahora estoy con una nueva, "Nick" con Clive Owen, y telita, no veas como ambientan.

¿Te molaría trabajar en alguna serie estadounidense?
Sí, "House of Cards", es mi favorita. Por ejemplo el papel del congresista que sale en la segunda temporada que le ayudan a llegar al Congreso, desquiciado, alcohólico, puterillo. A mi me gustan mucho los personajes que hay que construir, sobre los que hay que trabajar, caracterizarse, en los que no vale con ser tú y ser natural, que no es fácil, me gustan esos que se separan mucho de ti y molan.

¿Qué cualidades destacarías como actor?
La que más destaco es el curro, el trabajo, porque por ejemplo con Picasso, yo me documenté de toda su vida, aunque sé que en la película se iba a ver un 10 por ciento. Pero, si estás al cien por cien, luego te lo tienes que currar menos en escena, siempre y cuando ese curro previo de adaptarte al personaje esté hecho. Yo trabajo muy de fuera para dentro, pero siempre desde mí, sobre como Nacho ve el amor o que piensa sobre algo, empiezo desde mí y ya voy perfilando los picos que tiene el personaje.

¿Y cómo persona?
Soy bastante paciente y positivo, que en esta profesión es muy necesario, y cero rencoroso. En esta profesión de hecho hay mucho rencor sobre cómo se les trata y yo eso lo llevo bastante bien. Creo que cuanto más sueltes, más van viniendo las cosas.

Entonces, ¿sí que crees que todo irá bien?
Estoy completamente convencido de que las cosas finalmente se van colocando, es verdad que vas cumpliendo años y piensas que ya toca. Pero cuanto más sueltes ansiedad, más te van viniendo las cosas y más seguro en ti mismo y tranquilo. Porque aquí o estás muy seguro de ti o estás muy perdido, porque te hacen perderte.


¿El cine español ha entrado en una nueva “era dorada”? ¿A qué crees que se debe?
Es verdad que la gente está empezando a llenar las salas de cine, pero yo creo que habría que construir una industria como la de Francia. Allí hay veinte comedias como “Ocho apellidos vascos”, veinte dramas… y claro hay trabajo para todos, hay industria y el público tiene dónde elegir. En cambio aquí se explota un tema hasta que se agota, si esto ha tenido éxito vamos a explorar otros temas que también puedan tenerlo. Me parece genial que esto lleve a la gente a las salas, pero creo que hay que empezar desde la base, en la educación, no enseñar cine pero llevar al teatro a los niños para que aprendan a empatizar con gente con la que no entablarías contacto. Allí lo hacen desde pequeños, en cambio aquí te mandaban “La vida es sueño” y era un coñazo. Por ejemplo ahora en Brasil se enseña teatro y danza en el colegio. Aquí nos falta crear un engranaje en el que estemos todos para crear un buen producto, como en las series americanas que sacan actores y actrices nuevas, apuestan. Ahora ha pasado esto un poco con “Vis a Vis” que ha sacado caras nuevas con un argumento original y nuevo.

¿Qué mensaje darías a la gente que está empezando su carrera como actores y actrices?
Trabajar, trabajar, trabajar y no perder la esperanza. El trabajar no para colocarte sino para aprender, sin la ansiedad por llegar a un sitio. Lo importante es el camino y no la meta, por ejemplo cuando yo me fui a Paris,  quería trabajar con un director de teatro un año y medio con una compañía súper importante que tampoco sirvió de mucho, pero aprendí francés y del francés que aprendí protagonicé “La Banda Picasso”. Al final son estas cosas las que más te aportan en lo profesional, yo si volviera a tener 20, me volvería a ir de España a ver como se hace fuera. Ser actor en Francia no es lo mismo que serlo aquí, de hecho tienes paro para que puedas crear mientras no estás trabajando, entienden que lo necesitas y que no puedes estar trabajando de camarero mientras creas un nuevo proyecto. Está guay verlo para ver dónde colocarte. Cada uno tiene que ir creciendo individualmente, y traer a España lo que veas fuera. Yo cuando volví a Málaga, quise hacer cursos y traer un tipo de teatro que aquí no se hacía.

¿Crees que el afán por alcanzar popularidad en las redes sociales hace olvidar el trabajo para llegar a la meta?
Hay algo en lo que vive todo el mundo y es lo instantáneo, como por ejemplo los realities como Gran Hermano en los que se vende que con un mínimo esfuerzo consigues un resultado X, y cuantos más seguidores tenga, más guay soy. Hay una obsesión por los likes y por estar expuesto. Yo como actor ya estoy lo suficientemente expuesto como para estarlo también por mi imagen, que tengo que cuidar. De hecho Facebook me hice hace tres meses, no tenía. Luego empecé con twitter y soy bastante activo, porque es algo menos de patio de vecinas. Aunque hay demasiada critica a veces, todo parece muy personal, de vida o muerte. Aunque si es verdad que las redes también ayudan, bien utilizadas y bien tratadas sirven. Pero no puede ser una obsesión el tener más seguidores o ser más popular, lo importante es como interpretas el personaje, el curro y tu trabajo.

¿Qué moraleja deberíamos sacar de “Todo irá bien”?
Cuando te encuentras a ti mismo, todo fluye mejor y cuando te quieres. 

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