Crónica del concierto Andrés Suárez en la Sala But.


ANDRÉS SUÁREZ, UN EXITOSO CÓMPLICE DE MAHOU

El pasado viernes, 27 de marzo, la Sala But de Madrid fue el escenario en el que se puso un exitoso fin de fiesta a la segunda edición de los Cómplices de Mahou. El cantautor Andrés Suárez emocionó, divirtió y encandiló a los asistentes de este íntimo concierto, una cita en las que sus canciones marcaron una ininterrumpida cálida atmósfera sin cobertura.  | Por Cristina Hernández. Fotografías por Nuria Navarro.

Sus canciones, su voz, su humildad y su naturalidad hacen que los fans de Andrés Suárez le demuestren su apoyo siempre que anuncia "quedada". La última tuvo lugar el pasado viernes, en concreto, en la madrileña Sala But. Mahou confío en el cantautor gallego para cerrar la segunda edición de sus Cómplices, cinco conciertos en cinco días en cinco salas míticas de la capital que fueron un auténtico exitazo. Este año, el broche final estuvo a cargo de Andrés y de su guitarra, los protagonistas de una velada, iluminada y atrezzada para la ocasión con gran acierto, en la que el reducido grupo de asistentes que consiguieron entrada disfrutaron de un concierto íntimo presentado por Miki Nadal.



Casi una hora y media de mágica velada en la que este joven de pelazo envidiable hizo un recorrido musical por los temas de sus cinco discos, en la que la calidez de la atmósfera que bañaba esta "escena de adoración" mantuvo a todos muy felizmente apagados y fuera de cobertura con el exterior. Con cierto carácter hogareño y familiar, esta experiencia tan de tú a tú entre el artista y el cantante incluía un bonus, además de su bis: el público tomaba la palabra y tuvo la oportunidad de hacerle preguntas a Andrés. Una ronda de micrófono abierto en la que la complicidad con sus fans, con sus amigos - como él suele referirse a ellos- marcaron la humildad de sus palabras al confesar que 'Rosa y Manuel' era el tema que más le costaba cantar por el sentimiento que le provocaba, por el significado de su letra: "Me duele mucho cantar su Romeo, porque esta canción es sobre mis abuelos. La escribí de golpe sin tachar mucho y llorando mucho, o llorando muy fuerte, que es lo mismo. La he cantado poco porque me duele mucho hacerlo".


Compartiendo con todos que es puro nervio, comentaba que ello le pasa factura antes de cada concierto porque, tal y como señalaba, "solo subo pensando en cantar, en satisfacer a los que pagan la entrada por venir a verme", además  de indicar firmemente que nunca se vendería por una canción comercial: "Tengo 31, llevo desde los 14 en esto y nunca me he vendido".

Actualmente ultimando la grabación de su nuevo trabajo con la discográfica Sony Music, esta nueva etapa parece que hará que este próximo disco tenga canciones que no sólo hablen de (des)amor. Y divertido apuntaba que no se arrepiente de los disco que ha hecho "mirándose el ombligo", reconociendo que ha sido monotema en ese de chico quiere a chica y chica no, "porque eso es algo que le ha pasado a muchos. En el nuevo disco hay canciones sobre el deshaucio, la amistad... es el disco más luminoso que hice. Ya estoy bien, pero no hasta el punto de hacer rumbas", comentaba entre risas.


Un broche de oro a estos cómplices 2015 que combinaba a la perfección lo vintage con lo moderno para disfrutar de la música en vivo con una total comodidad. Una experiencia cinco estrellas que estamos deseando repetir el año que viene.

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