Fue una tarde lluviosa y helada en la capital. Se respiraba el ambiente cinéfilo típico de la Filmoteca. En la sala 2 del Cine Doré no entra ni un alfiler. Nos encontramos con profesionales del medio y estudiantes, entre otros interesados que acuden en busca de una inmersión en la historia de nuestro cine, aquel que tiene tan mala fama. Siempre calificamos y/o nos justificamos en nuestras conversaciones diciendo que, “en fin, es cine español”, pero ¿le estamos dando realmente el trato que se merece? ¿Cuánto sabemos verdaderamente sobre el tema?
Cover Set atendió al maestro Vicente Benet, que dió una clase magistral a partir de la idea de la modernidad como “reflexión de tramas en la sociedad española” buscando defender el legado de cine español como cultura, aquella palabra tan controvertida últimamente. Intentó explicar a aquellos de la generación posterior al boom del Almodóvar en los 80, qué más hubo en esos años de reconstrucción. Propone una contextualización del cine como hecho social. A través de una panorámica diacrónica, nos llevó desde sus comienzos hasta nuestros días, para comprobar que el cine español es mucho más de lo que creemos.
El autor define al cine español como “el espacio para rastrear los iconos y referentes compartidos que nos unen como sociedad”. Teniendo en cuenta que la globalización es un fenómeno que nos incluye a todos, podemos observar coincidencias del cine español en sus diferentes décadas construyéndose a partir del modelo de Hollywood, aún y a pesar de las terribles condiciones por las que tuvo que pasar España.
“No se trata de una interpretación ideológica”, aclaró el autor, “sino de encontrar la tensión entre diferentes tipos de obras, que, ya sean películas de Concha Velasco y Manolo Escobar o cine de Buñuel, son producto de una misma realidad y configuran el imaginario colectivo”.
A continuación de la presentación, se proyectó la obra de Rafael Gil, "Eloisa está debajo de un almendro"(1943). Según Benet, Gil buscó referentes de la modernidad “creando una conexión entre su universo interior y la vida exterior que se respiraba”, encontrando soluciones elocuentes a los problemas que se presentan a la hora de realizar una película.
Benet nos invita a la lectura y a la reflexión, concluyendo humildemente con la siguiente frase: “Para quién le interese, el que habla es el libro”. El libro en cuestión es "Cine español: La ruptura del lugar común", un manual de la historia del cine de nuestro país que en 500 páginas reúne varios hilos conductores e imágenes que ilustran aquellos relatos de las diferentes etapas por las cuales transitó la industria cinematográfica española, utilizando un lenguaje limpio y sencillo pero a la vez, contundente.
