Crítica de "Con la boca abierta", el show de Dimensión Vocal



En el Teatro Fígaro hasta el 17 de septiembre 

¿Una hora y media de locura y música a la vez? ¿Música? Esto… propiamente dicho, no hay instrumentos, ni ninguna grabación musical. Eso sí, hay 5 voces que suplen todo eso de una manera sorprendente. Esto es ¡Dimensión Vocal! 

Ah, ¿que no sabes todavía lo que es Dimensión Vocal? No me lo puedo creer. Pero bueno, yo que me lo paso tan bien en estos espectáculos, no podía dejar de comprobar de primera mano a ver porque se habla tanto de esto, a ver si había razones para lo que leía sobre ellos. 

Y ¡menuda sorpresa! Nunca había visto un espectáculo similar. 5 voces perfectamente empastadas (uy que profesional me ha quedado decir esto jejeje), pero distintas a la vez. Ahí es donde radica su éxito. 

La trama empieza en una clínica dentista, uf menudo escenario, pero bueno de ahí sale algo muy bueno. Se presenta un dios que va haciendo sus pinitos a ver si consigue que estos 5 desconocidos entre sí logren armonizar sus voces y hacer salir su talento. 

Un elemento que ronda durante todo el espectáculo, un diapasón. A este le he bautizado como el diapasón de Guzmán. Cuando vayáis a verlos sabréis porque digo esto. Y si no vais pues os quedáis con las ganas de saber, ale os dejo con las ganas. 

Un viaje alucinante con música actual, otra algo menos, clásicos, anuncios… si, has leído bien, anuncios, y es que esto pasa como el Spotify si no pagas versión premium te tragas los anuncios. Lo bueno es que con estos anuncios terminas cantándolos todos. Jamás me imaginé verme en un teatro cantando la canción de Mercadona (Ups, sorry por el spoiler). 

Te vas a encontrar con música de AC-DC, con éxitos del verano, con coreografías locas (sí, he copiado alguna ya para ir cogiendo el ritmo), hasta música de series entra en esta maravillosa locura. 

El dichoso dios, que se llama Armonio por cierto, es un poco cansino. A ver Armonio, si me lees no te mosquees pero es que me has tenido a los 5 chicos volviéndose un poco locos. Menos mal que Aser, Guzmán, Julio y los Luises (es que son dos), solventan todo lo que les pide Armonio. Beatbox, lírico, rock, salsa… vamos que todo lo que e imagines lo hacen estos chicos. 

Y es que Dimensión Vocal no deja indiferente a nadie. Un teatro lleno y en el que todos acabamos cantando, dando palmas y finalmente de pie aplaudiendo. Una simbiosis perfecta que esperemos dure mucho tiempo y podamos disfrutar de sus nuevos espectáculos, que seguro que son un acierto seguro. 

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