Crítica de “Desde aquí veo sucia la plaza”, dirigida por Chiqui Carabante y escrita por Club Caníbal.


UN SALTO AL VACÍO POR LA IDENTIDAD IBÉRICA

Club Caníbal lleva al Teatro del Barrio una descarnada y desternillante crítica a la idiosincrasia española. “Desde aquí veo sucia la plaza”, escrita por Club Caníbal y dirigida por Chiqui Carabante, nos lleva a Villanueva de la Faca, una localidad española que protagonizará una encrucijada entre erradicar una barbarie milenaria o defender la tradición. Un gran texto al que acompaña un magnífico trabajo actoral y que despierta la carcajada y la conciencia a partes iguales. | Por Raquel Jaro


Villanueva de la Faca es una localidad española que defiende una tradición milenaria: la volá. Cada verano, una cabra es arrojada al vacío desde el campanario para el disfrute de los habitantes del pueblo, que cada año esperan con ilusión este acontecimiento. Porque “sin volá, esto ni es pueblo ni es ná”. Sin embargo, esta “inofensiva” tradición es vista con malos ojos por el Parlamento Europeo, que la considera una barbarie. El alcalde de Villanueva de la Faca tendrá entonces un papel principal en la defensa de la identidad de su pueblo que le llevará al límite de esta encrucijada entre “cultura” y crueldad.

“Desde aquí veo sucia la plaza” es una propuesta teatral excelente de principio a fin. Desde su controvertida temática, hasta la crítica sutil (aunque clara durante todo el trascurso de la obra), pasando por la magistral interpretación de

los actores, la puesta en escena y sobre todo el dinamismo, originalidad y elocuencia que desprende. Un texto que te seduce de principio a fin, que presenta situaciones desternillantes y que despierta el brutal trabajo actoral de Font García, Vito Sanz y Juan Vinuesa, que son animales escénicos al servicio de esta crítica social disfrazada de absurdo y de divertidísima comedia.

La obra de “Club Caníbal” es (lamentablemente) un perfecto retrato de esa España que se debate entre lo que se considera “cultura” o barbarie. Una obra que acude al humor absurdo (que no es lo mismo que a la risa fácil, aunque es difícil no reírse a carcajadas con esta obra) para mostrar el verdadero absurdo que se vive en algunos aspectos de la idiosincrasia española en la que se antepone la tradición y se cierran los ojos a lo que es una verdadera crueldad: el maltrato animal. Una magnífica puesta en escena, de la que cabe destacar la música en directo de Pablo Peña, que está al servicio de la reflexión y la concienciación.

“España es como una noria, la mitad hace el ridículo y la otra mitad siente vergüenza”. “Desde aquí veo sucia la plaza” es una obra de gran actualidad, valentía y originalidad que invita a reírse de las vergüenzas de España y concienciar a los “ridículos”. Porque, aunque no haya un Villanueva de la Faca y las cabras ya no se lancen desde campanarios, España aún tiene que agachar la cabeza ante brutales situaciones que están ahí, cerca de nosotros, mirándonos a los ojos, aunque algunos decidan cerrarlos.

:: “Desde aquí veo sucia la plaza” se representa en el Teatro del Barrio (c/Zurita, 20. Metro: Lavapiés, Antón Martín) los domingos a las 21:30h hasta el 27 de septiembre. Más información aquí.

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