El próximo 7 de Febrero se cumplirán 200 años del nacimiento de Charles Dickens, el novelista inglés, uno de los más conocidos de la literatura universal, y el principal de la era victoriana.
Con más de una decena de publicaciones, Dickens fue todo un referente (y lo sigue siendo) de la literatura.
Para celebrar los 200 años del nacimiento del autor, la editorial Austral lanzará dos clásicos recuperados: " Los documentos póstumos del Club Pickwick" y "David Copperfield".
Samuel Pickwick, un excéntrico gentleman, es el fundador y presidente vitalicio del Club Pickwick, una sociedad que se ha impuesto el digno y solemne propósito de investigar y clasificar los más pintorescos y extravagantes fenómenos de la vida. Así, él y sus tres fieles adeptos recorrerán por separado los lugares más remotos de la Inglaterra victoriana para hacer partícipes de sus pesquisas a cada uno de sus colegas.
Los documentos póstumos del Club Pickwick, la primera novela de Charles Dickens, catapultó al autor a la fama con sólo veinticuatro años. Publicada por entregas entre 1836 y 1837, las andanzas y despropósitos relatados en esta divertida historia se convirtieron no sólo en una de las más logradas obras del autor, sino también en un delicioso y mordaz retrato de la época.
El poso autobiográfico que Charles Dickens (1812-1870) dejó en David Copperfield, una de sus obras más importantes, convirtió este libro en el más cercano a su corazón. David, como Dickens, vivió una infancia feliz leyendo y asistiendo a la escuela, hasta que su suerte cambió. La trasmutación íntima de ambos, protagonista y autor, fue compleja y sutil, y aunque ficción y realidad no siempre coinciden, las desdichas de la niñez, el trabajo en la abogacía, la condición de escritor y varios personajes que responden a la experiencia personal de su autor. Narrado desde la distancia del adulto que llegó a ser, hay sátira y humor irónico en sus páginas, hay luto y angustia, pero también hay tanta alegría, tanto ruido de personas, que hace cierta la opinión de Italo Calvino de que Dickens construye en cada libro un cosmos, en lugar de una narración. Juan Tébar desvela en su introducción la irradiación del novelista inglés, su paralelismo con Dostoievski, la fascinacón que despertó en autores tan notables como Chesterton, Nabokov y Cortázar y en otros que, como Kafka, reflejaron inconscientemente sus formas, y su proyección en nuestro imaginario personal, porque Dickens es algo más que un escritor famoso, es un género en sí mismo, una forma de mirar la vida, de escribir o de jugar.
0 Comentarios