¿Sabías quién es… Blas de Lezo?

Este vasco, también conocido como “el Medio Hombre” por ser tuerto, manco y cojo, logró que los españoles les diéramos un escarmiento a los inglesitos en la 1741.
El enfrentamiento se produjo dentro del conflicto de la llamada “Guerra de la Oreja de Jenkins” o “Guerra del Asiento”, que enfrentaba a Gran Bretaña y a España por razones, principalmente, comerciales. Por una parte, Gran Bretaña quería tener mayor presencia en América y eliminar el monopolio del comercio español con dicho continente. Y por otra, España pedía cuentas a Gran Bretaña porque les habíamos concedido el asiento de negros (arrendamiento durante 30 años sobre el tráfico de esclavos africanos hacia América) y los navíos de permiso (por el cual, podía enviar un barco al año con una capacidad de carga de 500 toneladas para comerciar con las colonias españolas), pero los británicos estaban comerciando con América más de lo estipulado.

Entre el 13 de marzo y el 20 mayo de 1741 tuvo lugar el tercer ataque sobre Cartagena de Indias. El almirante Vernon, que era quien dirigía todo el cotarro en el bando inglés, contaba con una flota más grande que la Gran Armada española: 182 navíos, unos 24.600 hombres y 3.000 piezas de artillería. Por su parte, Cartagena de Indias, defendida por Blas de Lezo, contaba tan sólo con 6 barcos de la armada y apenas 3.000 hombres. Ante semejante desventaja, Vernon envió un mensaje a Londres donde les comunicaba que había tomado la ciudad. Los británicos, ilusionados, crearon unas medallas conmemorativas, en las cuales aparece Blas de Lezo arrodillado entregándole las llaves de la ciudad. 
Sin embargo, Blas, convencido de que la victoria era posible, trazó un ingenioso plan: hizo excavar un foso en torno al castillo de San Felipe para que las escaleras inglesas se quedasen cortas al intentar tomarlo. Ordenó cavar una trinchera en zigzag, así evitaría que los cañones ingleses se acercasen demasiado y podría soltarles a la infantería española en cuanto reculasen. Envió a dos de los suyos al lado inglés con el fin de fingir ser desertores y dirigir a los ingleses hacia un flanco de la muralla donde serían masacrados. Los soldados británicos fueron cayendo en todas las trampas y fueron masacrados.
(Monumento a Lezo en Cartagena de Indias, al pie del Castillo de San Felipe)
 Incapaz de mantener las posiciones, Vernon ordenó la retirada. Tan solo acertó a pronunciar entre dientes: “god damn you Lezo!” Para calmar su mala conciencia, le envió la última carta: “hemos decidido retirarnos, pero para volver pronto a esta plaza después de reformarnos en Jamaica”. (Jamaica era de dominio británico). A lo que Lezo respondió con ironía: “para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor porque esta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres”. La humillación fue tal que el rey Jorge II de Gran Bretaña prohibió hablar de la batalla y que se escribiesen relato sobre ella.

Fdo: Krys Stark

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